Biografia
de Edward Bach
Edward
Bach tuvo su biografía científica rozando
la genialidad. Era un profesional reconocido, valorado,
admirado, famoso, un triunfador. Pero además poseía
un alma grande que transfiguraba esta envoltura. Nacido
en Montseley, cerca de Birmingham, Inglaterra, en septiembre
de 1886, destacó desde la niñez por su amor
a la naturaleza, por su carácter alegre, revelándose
poco a poco como un ser compasivo, que no podía permanecer
inmóvil ante el dolor de los demás.
Ayudó a su familia durante tres años en la
fábrica de latón que poseían, para
cooperar así a la economía familiar antes
de iniciar lo que era su mayor anhelo: los estudios de medicina
que le permitirían aliviar el dolor de tantas personas.
Desde el colegio, soñaba con ayudar a muchos enfermos,
descubriendo un remedio que calmara el dolor; su sueño
más repetido era el de un polvillo dorado que salía
de sus manos y curaba a la gente.
Este sueño se convirtió en el propósito
de su vida, y con sus manos habría de preparar los
remedios florales que unifican, en un proceso alquímico,
el agua y la luz solar, llamado también "método
solar" o por "método de cocción",
aliviando a cientos de seres de sus sufrimientos. Vio cómo
la medicina tradicional no les daba una respuesta, y comenzó
los estudios de medicina en la Universidad de Birmingham
cuando tenía veinte años; su finalidad era
investigar desde el conocimiento científico.
En 1912 obtuvo su diploma y pasó a Cambridge, donde
se graduó en 1912 en Salud Pública. En 1912
fue nombrado médico oficial del Hospital Universitario
y a finales de este año, cirujano del Hospital Temperance.
Puso su consulta en Harley Street, calle donde tenían
sus consultorios los mejores médicos del momento.
Bach estaba decepcionado de los tratamientos convencionales
que no mejoraban del todo a los pacientes. Ingresó
como bacteriólogo en el Hospital Universitario, buscando
en esta disciplina una respuesta a sus inquietudes. Descubrió
la radical importancia de las bacterias intestinales presentes
en los enfermos crónicos, observando que su número
era mucho mayor que en los sanos.
Descubrió una vacuna que se inyectaba en el caudal
sanguíneo de los pacientes con resultados espectaculares;
sin embargo, las reacciones dolorosas que experimentaban,
así como la inflamación que se producía,
le llevó primero a variar la frecuencia de las dosis
y luego, a seguir investigando.
Estas vacunas revolucionaron los tratamientos de la época
y de la Escuela Homeopática. La salud de Edward Bach
estaba débil y en 1914 ya no lo reclutaron para la
guerra, pero quedó a cargo de cuatrocientas camas
en el Hospital Universitario.
Entre 1915 y 1916 fue nombrado director de bacteriología
en el Hospital Médico.
En julio de 1917 tuvo que ser operado con urgencia, pues
padeció una grave hemorragia que hizo temer por su
vida. E. Bach estuvo inconsciente durante varios días
y según citan textualmente sus biógrafos le
diagnosticaron una grave enfermedad de difícil definición
que se «removía» dentro de él.
Sufrió indecibles dolores en una agonía que
duró varios meses; pensando siempre que necesitaba
más tiempo para vivir y ayudar a los que sufrían.
Apenas pudo acudir al laboratorio del hospital siguió
investigando, pues sus colegas le anunciaron que sólo
le restaban tres meses de vida.
Decidió avanzar sus trabajos, ya que su tiempo parecía
ser breve, pero la determinación, la entrega a los
otros, la voluntad de seguir en la misión que era
el propósito de su vida obraron el milagro de la
recuperación. Estaba convencido de que no hay obstáculos
cuando una persona manifiesta amor, interés y un
propósito definitivo en la vida. En 1918, durante
una epidemia de «influenza», inyectó
a los soldados del ejército de Gran Bretaña
una vacuna que él había inventado, salvando
miles de vidas a estos soldados y a otros extranjeros. Entre
1919 y 1922 prosigue sus estudios basándose en el
tratado de homeopatía de Hahnemann, analizando las
coincidencias entre este método y sus ideas de tratar
al paciente y no a la enfermedad, viendo que son los síntomas
mentales lo importante. Pasó a usar sus vacunas por
vía oral. Su celebridad como médico y su fama
de calidad humana iban en aumento. Observaba a las personas
que le rodeaban en comidas a las que era invitado, estableciendo
tipos o familias por comportamientos exteriores, tales como
la manera de hablar o moverse, pensando que entre ellos
formaban grupos o categorías que responderían
de igual forma ante los tratamientos para diversas enfermedades.
En septiembre de 1928 se decidió finalmente a viajar
al país de Gales, buscando en la naturaleza que tanto
amaba los remedios procedentes de los árboles y las
plantas, pues intuía que encontraría similares
condiciones de vibración que lo encontrado en sus
vacunas. Buscó los remedios para los estados emocionales
que le aquejaban, y encontró la Impatiens y el Mímulus,
cerca de la ladera de una montaña. Más tarde
halló la Clematis, y los tres fueron acordes con
su miedo, su prisa o sus sueños.
En febrero de 1930 publica su trabajo El mundo homeopático
y algunos nuevos remedios y su utilización. Sabía
que en plantas y árboles estaba la sustitución
de los preparados de bacterias por unos nuevos remedios.
En este mismo año había tomado la decisión
de dejar Londres y adentrarse en los bosques que siempre
había añorado; para este hombre la naturaleza
significaba mucho más de lo que podemos imaginar.
Se despidió de sus amigos y fue descubriendo su gran
sensibilidad para las plantas.
A los 43 años siguió por fin los dictados
de su sabiduría interior y partió rejuvenecido
y lleno de alegría, olvidando la maleta en la que
llevaba sus útiles de laboratorio y cargando sólo
con la ropa y zapatos que serían en realidad sus
instrumentos para la tarea de investigación.
Así fue encontrando, según sus estados anímicos,
las flores que curaban la desconfianza, el exceso de preocupación,
el pánico, la duda, los celos, la inseguridad...
Se dice de él que su sensibilidad enorme le permitía
sentir las propiedades de los remedios al acercárselos
a los labios; Bach consideraba la curación como un
don divino y se entregó por entero, ayudado por contribuciones
y regalos de amigos.
Siempre encontraba lo suficiente y así descubrió
los treinta y ocho remedios que obedecían a las pautas
deseadas, que no serían agresivos; el efecto sería
amable y seguro;producirían la curación del
cuerpo y de la mente; no causarían dolor.
Con estas mismas connotaciones se seguiría también
el proceso de elaboración. Con su mentalidad y formación
científica estudió las especies vegetales
del entorno, viendo su momento de floración, número
de pétalos, terreno en el que crecían, colores,
semillas, raíces, si crecían junto a las montañas,
a los ríos.
Bach gustaba de leer las signaturas que Paracelso había
desarrollado en el siglo 16, elaborando así la ley
de similitudes que vendría a acercar el plano de
la forma a los planos del pensamiento, reunificando personalidad
y alma. Las signaturas son los indicios puestos por la mente
creadora en las formas de los vegetales, cuyos paralelismos
han llevado a la aplicación terapeútica; de
este modo la Impatiens, cuyas semillas saltan al menor toque,
curarían la prisa, la impaciencia.
Bach comprobó que las flores eran las partes de la
planta con mayor energía vibracional, allí
en la corola estarían contenidos los principios de
mayor potencial curativo.El sol actuaba como revitalizador
y fuente de energía, así, paso a paso, llegó
a completar el método de recolección del rocío
sobre los pétalos de las flores, viendo la diferencia
entre las que estaban al sol y las que crecían en
la sombra. Bach llegó al proceso de elaboración
que se mantiene hasta nuestros días. Este método
consistía en el almacenamiento de la energía
de las corolas sobre un recipiente con agua cristalina,
exponiéndolo al sol durante unas horas y conservando
luego en pequeñas botellas este agua con brandy biológico.
El motivo para utilizar el brandy era, en primer lugar,
para preservar la pureza del preparado, habiendo elegido
Bach este producto por ser la vid uno de los treinta y ocho
remedios, manifestando así una afinidad vibracional
con el conjunto. Edward Bach muere en noviembre de 1936
con la certeza de haber cumplido su misión en la
vida encontrando estos treinta y ocho remedios vibracionales
.
Extraído
del libro del Doctor Bach "Cúrese usted mismo".
¿Qué son las Esencias
Florales?
Es
un método simple y natural de sanar a través
de la utilización de ciertas flores silvestres. Los
remedios, que tratan más los desórdenes de personalidad
del paciente que la condición física individual,
fueron descubiertos por el Dr. Edward Bach en los años
30. Tras muchos años de práctica en medicina
convencional y en homeopatía, Edward Bach llegó
a tomar conciencia de que lo que caracteriza los problemas
físicos de las distintas personas no es tanto los muchos
tipos de enfermedad existentes, sino las condiciones psicológicas
que la generan. Durante varios años Bach fue capaz
de reconocer y encontrar un remedio apropiado en cada caso,
y halló todos los remedios en flores de los campos
y en los árboles de los bosques, es decir, en el poder
sanador otorgado a la naturaleza.
El
hombre siempre ha hecho uso de la medicina herbaria y, hasta
hace algunos años, todos los productos farmacéuticos
se preparaban a partir de sustancias naturales. Los remedios
de Bach, sin embargo, no utilizan la materia física
de la planta sino la energía esencial que se encuentra
contenida en la flor. Esta energía sanadora se extrae
mediante un proceso particular llamado "metodo solar"
y "metodo de cocción".
Así
pues, mientras la mayoría de las medicinas tratan los
males del cuerpo con materiales físicos, los remedios
de Bach tratan aquello que no puede verse, o la causa emocional,
que esta detrás de toda enfermedad. En el campo de
lo que popularmente se conoce como "medicina complementaria"
hay otros modos de curar que están, en cierto modo,
en afinidad con los descubrimientos del Dr. Bach y, en este
punto, conviene subrayar que ningún método de
curación tiene el privilegio de ser el mejor o el más
efectivo; cada cosa puede ser apropiada en su modo particular
de actuar.
Parece,
sin embargo, que los descubrimientos de Bach representan un
enfoque revolucionario de la medicina que podemos resumir
en el dicho: "trata al paciente y no a la enfermedad''.
Sea lo que sea aquello que se está sufriendo en el
cuerpo físico como enfermedad, la causa primera de
ese estado puede ser erradicada si somos capaces de determinar
y de contrarrestar el desequilibrio que se encuentra en la
psique del paciente.
La Pregunta Principal es: ¿Funcionan?...
... Y la respuesta en un SI rotundo...
Inevitablemente
hay enfermedades que están más allá del
alcance de esta forma de medicina, al igual que hay ciertos
malestares y conflictos que encajan más con otros métodos
de tratamiento, pero los remedios de Bach pueden aplicarse
muy bien en casi todas las circunstancias y sirven de aliados
de la medicina convencional. . Aparte de no presentar ningún
efecto secundario, funciona muy bien en niños, ancianos,
animales, incluso en plantas, y son absolutamente compatibles
con cualquier tratamiento o terapia, tanto complementaria
como homeopática y/o alopática. Los elixires
florales ejercen una influencia notable sobre la psique del
individuo, ya que serán eficaces aun cuando la persona
no crea en su acción benéfica. Lo que se conoce
como enfermedad es la manifestación en lo denso de
un desequilibrio, un alejamiento del mundo interior, de la
realidad holográfica que contiene en sí la memoria
de lo perfecto. Es preciso remover la conciencia profunda
del individuo que permanece adormecida en la vorágine
vital del mundo presente poniendo en marcha los mecanismos
de sanación que todos poseemos en lo profundo de nuestro
ser y en la conciencia celular que nos conecta al holograma
de la totalidad.Su simple preparación muestra la sencillez
del sistema creado por el Dr. Bach, tal y como lo explica
en su libro "Curese a Ud. mismo" están al
alcance de todos. Unas pocas gotas de la esencia floral pura,
también llamado "frasco de stock", más
unas 40 gotas de coñac y luego se completa el gotero
con agua mineral. De esta forma nada comleja y muy sencilla
se elabora el frasco gotero con la combinación de flores
que se necesita.
¿Cómo se toman las Flores de Bach?
Dosis
por gotero: La dosis recomendada es de cuatro gotas
cuatro veces al día colocando las gotas debajo de
la lengua. Las Flores de Bach no presentan jamás
ningún riesgo, son totalmente compatibles con cualquier
medicación, o tratamiento alopático y/o homeopático.
Dosis para usar en botella de agua mineral: Colocar
10 gotas de la combinación floral en una botella
de agua mineral de un litro o menor capacidad y tomarla
durante el día en pequeños sorbitos.
Dosis en pulverizador: Prepararlo igual al caso
anterior, y en lugar de ingerir el remedio pulverizar la
mezcla sobre el cuerpo y/o en el ambiente.
Dosis para uso tópico: Agregar 10
gotas de la combinación floral por cada 30 gramos de
crema base hidrosoluble. Otra forma es colocando 2 gotas de
la esencia pura, si tiene el stock floral en los 30 gramos
de crema base hidrosoluble. Usar en forma diaria ya sea exclusivamente
o como suplemento de la administración oral. Las gotas
de la esencia floral también pueden usarse directamente
sobre el cuerpo conjuntamente con tratamientos de masaje,
digitopuntura, quiropraxia, reflexologia podal, etc. colocas
algunas gotas en tus manos y las esparces sobre la zona a
tratar.
Dosis para Baños de Inmersión: Agregar
alrededor de 10 gotas de la combinación floral en una
bañera de tamaño normal con agua tibia. Sumergirse
en la solución unos 20 minutos. Secarse con golpecitos
suaves sobre la piel y luego descansar o irse a dormir para
continuar absorbiendo las cualidades sutiles de las esencias.
Dosificación para Rescue Remedy: La dosis
recomendada es de cuatro gotas cuatro veces al día
colocando las gotas debajo de la lengua.
Para casos agudos:
En la
primer hora, tomar las gotas de la combinación floral,
cada 10 minutos.
En la segunda hora, cada 20 minutos.
A partir de la tercer hora tomar cuatro gotas cada hora,
por el lapso de dos días (48 Hs.), esto facilita
la impregnación para dar eficacia al tratamiento.
Luego se procede a tomas habituales o se continua con la
combinación floral que está utilizando.
Conozca
las 38 flores de Bach
Breve
Reseña de las Esencias Florales
divididas por grupos emocionales
Grupo
1: Para aquellas personas que tienen miedo:
Rock Rose
(Tamarilla o Heliantemo). Se ha de tomar cuando padecemos
de terror o susto que nos paraliza.
- Sentimientos de alarma, pánico intenso, horror, estrés
postraumático.
+ Coraje ante la emergencia y las graves dificultades.
Mimulus
(Mímulo). Para cuando el miedo que sufrimos tiene una
causa conocida.
- Miedo específico a cosas conocidas, animales, altura,
dolor, soledad, timidez.
+ Da valor para vencer obstáculos de la vida.
Cherry
Plum (Cerasifera). Para cuando tenemos miedo a la locura o
a perder el control.
- Para el sentimiento y/o pensamiento de pérdida de
control o de excesivo autocontrol. Miedo a la locura.
+ Serenidad y sensatez.
Aspen (Álamo
temblón). Para cuando tenemos miedo, pero no sabemos
a qué o a quién; para cuando tenemos miedo a
lo oculto o a lo mágico.
- Miedo a lo intangible, presentimientos, sueños premonitorios.
+ Valor y confianza para enfrentar lo desconocido.
Red Chestnut
(Castaño rojo). Para cuando nuestro miedo es a la pérdida
de nuestros seres queridos y lo expresamos con una excesiva
preocupación por ellos.
- Preocupación permanente por los otros, miedo a lo
que les pueda suceder a los seres queridos, relaciones simbióticas.
+ Ocuparse de lo propio, no eludir que somos responsables
de nosotros mismos.
Grupo
2: Para aquellas personas que sufren de incertidumbre o
inseguridad:
Cerato
(Ceratoestigma). Para cuando dudamos de todo de manera continua
y permanente.
- Desconfianza de sí mismo, falta de intuición
y guía interior. Dudas indiscriminadas
+
Certeza, individualidad y confianza.
Scleranthus
(Escleranto). Para cuando nos cuesta decidir entre dos opciones;
para la inestabilidad.
- Incapacidad para resolver problemas entre dos opciones,
vivencia de dualidad, inestabilidad.
+ Balance, equilibrio y determinación.
Gentian
(Genciana). Para cuando estamos deprimidas y sabemos a qué
se debe nuestro estado.
- Tristeza, incertidumbre y negatividad.
+ Jovialidad, alegría, acción y pensamiento
positivo.
Gorse (Aulaga).
Para cuando creemos que no hay esperanza.
- Desolación, dolor intenso, pena profunda, imposibilidad
de solución.
+ Aceptar lo que no se puede cambiar.
Hornbeam
(Hojarazo).Para cuando creemos que no seremos capaces de lograr
lo que nos depara este día.
- Poca resistencia física y psíquica, rutina,
falta de emprendimiento. Cansancio .
+ Resistencia, renovación, empuje.
Wild Oat
(Avena silvestre). Para cuando deseamos hacer muchas cosas
en nuestra vida pero no sabemos cuáles son o por cual
de todas las posibilidades que tenemos podríamos elegir.
Para poder definir nuestro camino o profesión en la
vida.
- Falta de dirección, desorientación vocacional,
confusión, insatisfacción.
+ Orientación y orden psíquico.
Grupo
3: Para quienes tienen muy poco o ningún interés
en su presente:
Clematis (Clemátide). Para aquellas personas soñadoras
y que no viven realmente su presente.
- Ensoñación, desconcentración, desatención,
exceso de fantasías.
+ Vivir en el presente, concreción, atención.
Honeysuckle
(Madreselva). Para aquellas personas que tienen la mente en
su pasado.
- Para los que viven recordando el pasado, añoranzas
y nostalgias.
+ Vivir en el presente sin penar por el pasado.
Wild Rose
(Rosa canina o Escaramujo). Para aquellos que están
apáticos, sin ganas de hacer nada.
- Falta de interés, resignación, abandono, depresión.
+ Curiosidad, optimismo, alegría, empuje.
White Chestnut
(Castaño blanco). Para aquellas personas que no paran
de pensar, dándole mil vueltas a las cosas.
- Pensamientos torturantes, ideas congestionadas, dudas. Insomnio
por diálogos internos.
+ Calma y aclara la mente.
Olive
(Olivo). Para el cansancio físico o psíquico.
- Cansancio físico y mental, estar exhausto y sin fuerzas.
+ Renovación, restauración de fuerzas.
Mustard
(Mostaza). Para cuando estamos deprimidas pero desconocemos
la causa.
- Melancolía, ciclotimia, depresiones endógenas
y hormonales.
+ Estabilidad, reencuentro con la vida.
Chestnut
Bud (Brote de castaño). Para aquellas personas que
parece que son incapaces de aprender y todo deben repetirlo
milveces.
- Repetición de errores, inmadurez, dificultad de comprensión,
trastornos del aprendizaje.
+ Aprender de la experiencia, maduración.
Grupo
4: Para aquellas personas que sienten soledad:
Water Violet (Violeta de agua).Para quienes mantienen una actitud
de orgullo, reserva y distancia con el resto de la gente.
- Aislamiento elegido, sentirse diferente, dificultad para compartir
en grupo, orgullo.
+ Integración, entrega, compromiso, sociabilización.
Impatiens (Impaciencia). Para aquellas personas que son impacientes;
para quienes todo lo tienen que hacer rápido.
- Aceleración, ansiedad, impaciencia, tensión
física y psíquica.
+ Relajación, aceptación de los diferentes ritmos
de la vida propios y ajenos.
Heather (Brezo). Para aquellos que no pueden dejar de ser el
centro de atención y son incapaces de escuchar a otros.
- Necesidad permanente de compañía, no poder soportar
la soledad, no poder parar de hablar.
+ Autoescucha, autodescubrimiento, tranquilidad interior.
Grupo
5: Para las personas que son muy sensibles y se dejan influenciar
por la opinión de otros:
Agrimony
(Agrimonia). Para aquellas personas que padecen una gran angustia
pero pretenden tener gran alegría.
- Esconderse tras una falsa imagen, angustia con aparente alegría,
opresión en el pecho.
+ Libertad para mostrarse, no esperar ser aceptado, no sentirse
oprimido.
Centaury (Centaura menor). Para aquellas personas que se someten
a los demás.
- Servicio excesivo, sometimiento, dependencia y dominación.
+ Poner límites, dedicación personal.
Walnut (Nogal). Para aquellas personas que se dejan influenciar
por todo el mundo.
- Influenciabilidad a situaciones externas, dificultad para
adaptarse a situaciones nuevas.
+ Protección para personalidades hipersensibles y desadaptadas.
Holly (Acebo). Para aquellos que sienten rabia, celos o envidia.
- Enojo, odio, rabia, celos, personalidades coléricas.
+ Apaciguamiento, expresiones de amor.
Grupo
6: Para las personas que están desesperadas o se
sienten menos que los demás:
Larch (Alerce).
Para aquellas personas que se sienten muy inseguras.
- Desvalorización, sentimientos de minusvalía.
+ Autoafirmación, confianza, descubrimiento de los
recursos individuales.
Pine (Pino). Para aquellas personas que se sienten culpables.
- Autocrítica, autoreproche, sentimientos de culpa
exagerados o fantaseados.
+ Permite perdonarse y perdonar.
Elm (Olmo). Para aquellos que sienten que la tarea que tienen
por delante es demasiado para sus fuerzas.
- Estrés, hiperresponsabilidad, autoexigencia y abrumación
mental, ideas de perfección.
+ Menor exigencia, tranquilidad, darse un tiempo para cada
cosa.
Sweet Chestnut (Castaño dulce). Para cuando llegamos
a pensar que sólo nos resta morir a causa de la enorme
angustia que sufrimos.
- Angustia y depresión extrema, sensación de
haber llegado al límite total.
+ Volver a vivir, empezar de nuevo.
Star of Bethlehem (Estrella de Belén o Leche de gallina).
Para cuando hemos sufrido un shok físico o psicológico,
actual o pasado.
- Estado de shock y traumatismos físico y psíquico,
desintegración de la personalidad.
+ Superación ante los impactos dolorosos y las pérdidas.
Willow (Sauce). Para aquellas personas que están resentidas.
- Insatisfacción, resentimiento, envidia, amargura.
+ Perdón, reconocimiento de los errores personales,
ánimo para enfrentar las propias responsabilidades.
Crab Apple (Manzano silvestre). Para aquellas personas que
se sienten inpuras o sucias.
- Obsesión por la limpieza y el orden.
+ Despreocupación por cosas superfluas e ideas obsesivas.
Oak (Roble albar). Para aquellas personas luchadoras y fuertes
que no dejan que la enfermedad les lleve a la cama.
- Lucha permanente, adicción al trabajo.
+ Disfrute del tiempo libre, capacidad de delegar.
Grupo
7: Para aquellas personas que sufren por los demás:
Chicory
(Achicoria). Para aquellas personas posesivas.
- Demanda excesiva, amor posesivo y controlador.
+ Amor incondicional permitiendo la libertad de los otros.
Vervain (Vervena). Para aquellas personas a las que les sobra
el entusiasmo.
- Fanatismo, vehemencia, insistencia, entusiasmo desmedido,
hiperactividad.
+ Solidaridad, quietud, pensamiento comunitario.
Vine (Vid). Para aquellas personas que son autoritarias y
dictatoriales.
- Autoritarismo, dominación, inescrupulosidad.
+ Liderazgo justo, recto y solidario.
Beech (Haya). Para aquellas personas que padecen arrogancia,
intolerancia y soberbia.
- Intolerancia, racismo, crítica, perfeccionamiento.
+ Aceptación, ayuda, tolerancia y crítica constructiva.
Rock Water (Agua de roca o manantial). Para los inflexibles
consigo mismos.
- Rigidez, puritarismo, moralismo, autodisciplina.
+ Liberación de prejuicios, aceptación de nuevas
ideas y conceptos.
Rescue
Remedy o Remedio de Rescate o de urgencia
Es un compuesto floral realizado por el Dr. Bach, es la única
fórmula existente, para utilizar en situaciones de urgencia,
gran nerviosismo, desmayos, malas noticias, traslados traumáticos,
stress. Esta compuesto por 5 flores: Clematis, Impatiens, Rock
Rose, Cherry Plum y Star of Bethlehem. Las situaciones de emergencia
y crisis es una experiencia en la cual la persona se encuentra
invadida por una tensión que no puede asimilar, elaborar
o descargar. A veces provenientes de traumatismos, accidentes
o pérdidas, otras, desencadenadas por factores externos,
las crisis son situaciones en las cuales el Yo pierde su capacidad
de control. Asi nace un estado emocional de desborde emotivo,
mental y/o físico, que puede ser definido como un monto
de excitación que el Yo no puede manejar, controlar ni
descargar por las vías adecuadas.
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